El templo que hoy es el centro de la nueva Diócesis de Cartago inició su construcción en el año 1954, como sustituto de los anteriores dañados durante el terremoto de 1910, en ese momento rescatando elementos de los templos anteriores que se incorporaron al modelo francés de la época para construir la que sería la Iglesia Parroquial de El Carmen.
Este mismo templo con el advenimiento de la Diócesis de Cartago, en el año 2005, fue elegido para albergar la Catedral Diocesana, con el inconveniente de no contar con todos los elementos necesarios para su nuevo rango, por tanto, obligado a sufrir las modificaciones necesarias para la seguridad de los fieles, la accesibilidad y de carácter práctico celebrativo, de nuestra época.
El proyecto de reforzamiento y restauración de la Catedral Nuestra Señora del Carmen de Cartago surge para solventar las necesidades estructurales y de protección de los fieles que visitan nuestra Catedral.
Durante la etapa de estudios estructurales previos a los diseños, se determinó que el edificio actual no contaba con las calidades requeridas en la actualidad para las estructuras de concreto, así como la necesidad de actualizar el sistema eléctrico por completo, como consecuencia de la falta de esos códigos al momento de la construcción, sin que esto demeritase el esfuerzo del momento o sus acabados, de acuerdo con lo acostumbrado en los años 50.
Además de los problemas mencionados, se determinó el daño sufrido por los murales debido al ingreso de agua llovida, la humedad del ambiente, la falta de ventilación, incidencia de la luz solar, humo y hollín de los vehículos y vibraciones que han afectado el estado de las obras de arte. Esto motivó a plantear un proyecto que incluyese la corrección de estos problemas, para así tener una Catedral digna de la ciudadanía cartaginesa para muchas décadas, la cual respetase el edificio actual, haciendo un ligamen con los elementos del pasado presentes en el templo con la firmeza requerida para un largo futuro.